Es una alternativa muy buena en el mundo de la pintura porque es ecológica y más saludable que otros esmaltes tradicionales que tienen su base en los solventes.
El esmalte al agua se ha convertido en uno de los más populares entre profesionales y aficionados al bricolaje porque tiene muchas ventajas y aplicaciones versátiles. Se puede utilizar tanto en interiores como en exteriores y se adapta perfectamente a todas las superficies: madera, plástico, vidrio o metal son algunos de los desafíos que ha superado con éxito.
Es muy fácil de utilizar y tiene un gran poder cubriente, ya que con sólo dos capas se puede renovar una superficie y cambiarle el color.
Tipos de esmaltes al agua
En Pinturas Juliá encontraréis diferentes tipos de esmaltes al agua, y cada uno de ellos tiene sus usos específicos y características particulares:
- El esmalte al agua acrílico es el más común de todos y se suele usar para pintar superficies que tienen poco desgaste habitual. Es decir, zonas que no reciben impactos ni están sometidas al tránsito de personas. Se pueden aplicar en madera, metal y otros materiales diferentes.
- El esmalte al agua poliuretano es muy resistente a la abrasión y se suele utilizar en superficies sometidas a mayor desgaste. Se trata de espacios como suelos, escaleras o incluso en vehículos.
- El esmalte al agua epoxi es una variante del anterior, pero a diferencia del esmalte poliuretano o del acrílico, tiene una mayor resistencia química. Por este motivo se usa en ambientes en los que se utilizan este tiempo de productos.
Ventajas del esmalte al agua
Los esmaltes al agua no contienen disolventes tóxicos como los que hay en las pinturas convencionales. Esto repercute directamente en el medio ambiente porque reduce mucho la emisión de gases contaminantes. Precisamente por este motivo también son más saludables para las personas que trabajan con ellos.
Otra ventaja del esmalte al agua es que es fácil de limpiar. Basta usar agua y jabón y se diluye fácilmente. Así no es necesario usar químicos agresivos o solventes fuertes para eliminar la pintura. Por eso es más cómodo pintar con este esmalte, especialmente para las personas que trabajan en interiores.
A diferencia de los esmaltes a base de solventes, que pueden ser muy fuertes y provocar dolores de cabeza o malestar si se trabaja en espacios cerrados, los esmaltes al agua tienen un olor muy suave e incluso, agradable. Por este motivo cada vez más profesionales y aficionados se deciden a incorporarlos a sus rutinas.
Cuando se secan tardan mucho menos tiempo que otros esmaltes a base de solventes. Esto permite que los proyectos se finalicen antes y que el tiempo de trabajo sea mucho más eficiente. También es mucho más fácil de aplicar, y las herramientas se limpian mucho más fácilmente que en otros casos.
Este producto es el más elegido para los acabados en blanco, ya que mantiene mucho mejor el tono original. Además, ofrece un extra de durabilidad y resistencia a pesar de su base acuosa. Son resistentes al desgaste, golpes u condiciones climáticas adversas, lo cual hace que sean la mejor opción, de nuevo, tanto en interiores como en exteriores.
Estos son los principales usos del esmalte al agua
Las características de este tipo de productos hacen que se puedan utilizar en muchísimas superficies.
- En interiores se suele usar para pintar paredes, techos y muebles. Si vas a redecorar tu casa y cambiar el color de las paredes te aconsejamos que leas esta entrada en la que explicamos punto por punto cómo trabajar como un auténtico profesional.
- En el exterior los esmaltes al agua se utilizan para pintar fachadas, verjas o muebles de jardín, pero también columpios y otros elementos exteriores. Como es muy resistente a la intemperie, son una solución muy duradera para proteger y embellecer terrazas, jardines o patios, entre otros.
- Se adhieren fácilmente a casi cualquier superficie, desde madera, metal, hierro, cristal… por eso son muy populares para restaurar muebles, la carpintería de la casa como puertas y ventanas, o, por ejemplo, radiadores.
Consejos para pintar con esmalte o pintura al agua
Se utilice el tipo de pintura que se utilice, en Pinturas Juliá siempre aconsejamos utilizar brochas y pinceles de la mejor calidad.
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- En primer lugar, recuerda que siempre hay que preparar la superficie, eliminando restos de pinturas anteriores, pero también polvo, manchas u suciedad en general que pueda quedar y estropear el trabajo.
- Según las herramientas que hayas elegido y de las condiciones de la superficie que quieres pintar, será necesario diluir el esmalte en agua. Es importante usar sólo entre un 5% y un 10% de agua, pero jamás por debajo ni por encima de estos parámetros porque se podría comprometer el resultado.
- En caso de duda, sigue siempre las instrucciones del fabricante.
- Cuando se diluya el esmalte más capas habrá que aplicar, ya que se pierde la capacidad de cobertura. Además, nunca hay que hacer disoluciones sin utilizar las herramientas fabricadas al efecto, ya que hay que controlar perfectamente las cantidades de agua y pintura.
- Recuerda diluir sólo la cantidad de producto que vas a utilizar.
- Cuando sea el momento de pintar, sumerge la brocha en la pintura hasta las tres cuartas parte de las cerdas. Es importante que la parte metálica, llamada virola, no se sumerja en la pintura.
- Hay que dar brochazos largos, extendiendo la pintura uniformemente y sin dejar huecos. En el caso de trabajar superficies de madera, es importante seguir el sentido de la veta.
- Si vas a pintar en el exterior, deberás tener en cuenta que interesa más la cobertura que los acabados, para obtener una protección más prolongada frente a los cambios de temperatura o las adversidades del tiempo. En el interior, sin embargo, el acabado es más importante y se necesita conseguir un acabado más fino.
Herramientas fundamentales para pintar con esmalte al agua
Si bien es posible utilizar una pistola para pintar con pintura al agua, también utilizaremos diferentes tipos de pincel de buena calidad para evitar que las cerdas acaben en la superficie a pintar, así como una buena brocha o un rodillo.
Si tienes que pintar superficies con molduras, muebles de cocina, y espacios con lugares de difícil acceso o rincones complicados, te aconsejamos utilizar una brocha.
Si tienes que trabajar grandes superficies como paredes, suelos o techos, lo aconsejable es utilizar un rodillo, ya que ahorrarás tiempo y obtendrás mejores acabados. Los mejores rodillos para pintar al agua son los de lana
Normalmente no hace falta utilizar protectores después de aplicar el esmalte al agua, ya que suele bastar con dar una última capa “de seguridad”. Sin embargo, y para zonas que necesitan un poco más de protección, porque suelen estar expuestas a roces y al desgaste del uso diario, se puede utilizar un barniz protector.
No es lo mismo pintar un taburete cuya única misión es tener una vela decorativa, que las puertas de los armarios de los niños. Sin embargo y con una capa extra de esmalte o de barniz protector, sería suficiente.
En Pinturas Juliá ponemos a tu disposición todo el material y herramientas que necesites para pintar al agua exteriores o interiores, muebles, juguetes, bicicletas o cualquier objeto que necesite una mano extra para volver a parecer nuevo.
Puedes ponerte en contacto con nosotros o venir a visitarnos. Estaremos encantados de atenderte.
Y si además quieres pintar madera, te aconsejamos que eches un vistazo a esta entrada.