Pintar Radiadores: Antes de que llegue la temporada de frío, es el momento ideal para ponerse a pintar nuestros radiadores, lo que nos permitirá tanto protegerlos como convertirlos en un elemento de decoración exclusivo de nuestra vivienda, dándoles una nueva vida e integrándolos en la decoración de la casa. Además, el uso diario y los años hacen que en nuestros radiadores aparezcan manchas de óxido y que salte la pintura en algunas zonas, por lo que pintar nuestro radiador llega a ser una necesidad.
1 Paso. Protección antes de Pintar Radiadores
Es importante proteger la zona de trabajo. Nos va a llevar un poco más de tiempo al principio, pero lo ahorraremos en el tiempo que emplearemos limpiando y sobre todo evitaremos accidentes con la pintura (manchas en el parqué o baldosa)
Tenemos varias opciones en el mercado, pero para nosotros la más practica es el fieltro plastificado ya que absorbe las manchas de pintura y no las deja traspasar el material, protegiendo en todo momento el suelo.
2 Paso 2: Limpiar y cómo quitar el óxido del radiador de calefacción
Antes de empezar a limpiar el radiador, es importante quitar el óxido del radiador, lo que resulta en un proceso sencillo. Simplemente debemos frotar con papel de lija o un cepillo de acero la zona dañada de forma suave, con el fin de eliminar las aristas.
Una vez realizado, podemos quitar toda clase de suciedad que haya en el radiador. De manera óptima, podemos quitar el polvo ayudándonos de un cepillo, un pincel y acabar pasando el aspirador. Acabamos limpiando con agua caliente mezclada con amoniaco para desengrasar y dejar secar.
En las zonas donde hay óxido les aplicaremos una mano de Transformador de óxido. Este producto ayudará a neutralizar el óxido y a dejar la superficie preparada para poder pintar en poco tiempo.
3 Paso 3: Pintar radiadores
Tienes muchas opciones y diferentes tipos de pinturas y marcas con las que pintar tus radiadores. La más fácil y limpia es emplear productos al agua. Tienen muchas ventajas. Son fáciles de aplicar, fácil de limpiar las manchas y herramientas y además casi no huelen, cosa a agradecer cuando pintas en casa.
Ya simplemente queda elegir el color de la pintura, actualmente con la posibilidad de acceder a una gama de cientos de colores casi de inmediato. Con los sistemas tintométricos se pueden conseguir los colores que quieras, aunque lo más común es pintarlos de color blanco y acabado satinado (poco brillo). Si decides pintarlos de color blanco una ventaja más de los esmaltes al agua: amarillean menos que los son de base disolvente. Aplica la pintura en base a las recomendaciones del fabricante, siempre respetando el tiempo de secado y repintado. Normalmente 2 manos de esmalte bastan para conseguir un acabado perfecto.
¡Y nada más! Te podemos asegurar que pintar tus radiadores le va a dar una nueva cara a tu casa y es una actividad que puede hacerse perfectamente en una tarde. ¡Ha llegado el momento de decorar nuestro invierno!