Los dormitorios infantiles son un buen lugar para innovar con los muebles y los colores, aunque no siempre es fácil salirse de la monotonía. Las opciones de combinación son infinitas: pintura convencional, papel pintado, vinilos sobre pintura, pintura de pizarra, pintura repelente de las marchas y salpicaduras, etc. A continuación, te dejamos una serie de ideas para pintar una habitación infantil.
Pintura resistente a las manchas
Es evitable que los niños jueguen o se ensucien, y las paredes pueden ser las víctimas colaterales. Antes de pintar una habitación infantil, escoge una pintura resistente a las salpicaduras, manchas y roces. Estas pinturas cuentan con una tecnología hidrófuga que hace que no se marquen las manchas sobre ella, a la larga no te vas a arrepentir…
Ajusta el color al espacio e iluminación de la habitación
Este principio es básico para crear un ambiente idóneo en la estancia. Un espacio pequeño da la sensación de ser más amplio si se pinta de un color claro o viceversa, eso también se puede aplicar a los muebles. Los colores perfectos para una habitación pequeña son el blanco, el gris claro al beis claro.
En el caso de la iluminación sucede algo similar, si la habitación es muy oscura (debido a la ubicación o las pocas entradas de luz natural), es recomendable utilizar colores claros para contrarrestar esa oscuridad.
Si la estancia tiene la suerte de tener unas cuantas horas de luz natural al día, puedes permitirte el lujo de utilizar sin miedo colores oscuros en las paredes. Los colores que mejor combinan en una habitación infantil pueden ser el lila oscuro, tonos tierra, azules o gris denim. La luz actuará sobre estos colores y va a dar una percepción de mayor claridad en ellos.
Añade murales o figuras geométricas
Una habitación infantil es el lugar perfecto para innovar en este sentido, además es algo que les suele gustar a los más pequeños. Las posibilidades de creación son prácticamente infinitas, puedes hacer una serie de figuras geométricas a modo de cenefa o dividir la pared para pintarla en distintos colores.
Coloca pintura especial de pizarra
Una opción diferente para pintar la pared de una habitación infantil es utilizando pinturas especiales que simulan la textura de una pizarra, se pueden encontrar con facilidad en el mercado. Esta pintura tiene la ventaja de que se puede borrar con tan solo pasar un trapo o borrador de pizarra por encima de la tiza.
Lógicamente, no se van a pintar las cuatro paredes de la habitación con esta pintura, pero puede ser muy útil para crear una pared enorme de pizarra donde los niños puedan jugar dibujando. Esta técnica también se puede utilizar en pequeñas zonas de trabajo o de juegos de dicha habitación.
Divide espacios con la pintura
Es muy común que los niños compartan habitación en esas edades, aunque esto no significa que no puedan elegir la decoración de su pared. Puedes separar el espacio de cada niño dentro de la habitación pintando su zona de un color distinto, o bien pintar una franja que separe a ambos espacios.
Coloca un arrimadero en la pared
Los arrimaderos son la opción perfecta para proteger la parte inferior de la pared de las machas y roces tan comunes de los más pequeños. Su instalación es bastante sencilla, tan solo hay que fijar un par de tablones de madera desde la altura del rodapié hasta donde se desee. Este objeto puede combinar con el color de la pared creando un espacio bicolor dividido, otra buena opción es utilizar el mismo color para el arrimadero y para la pared.
Coloca un vinilo
Las opciones de decoración que ofrecen los vinilos son infinitas, podemos encontrar vinilos de pared completa o vinilos pequeños que actúan de forma muy similar a una pegatina. Estos elementos de decoración se pegan sobre la pintura y permiten cambiar el patrón decorativo de la pared.
Los vinilos de pared se encuentran en cualquier tienda de decoración, los niños tan solo tendrán que elegir el dibujo que más les guste. Esta decoración se puede aplicar a una zona puntual de la habitación para crear un contraste o incluso a las cuatro paredes. Es recomendable utilizar tonos suaves o dibujos poco sobrecargados en estos últimos casos.
Los vinilos tienen una enorme ventaja: tiene una superficie brillante que resiste muy bien a las manchas o salpicaduras. En caso de que las manchas se marquen en el papel, se puede retirar con facilidad cuando sea necesario y se colocará otro de nuevo.