Guía para pintar una fachada: todo lo que necesitas saber

La llegada del buen tiempo invita a salir más al exterior y averiguar si las paredes de fuera de casa han sufrido por la humedad o las inclemencias de otoño e invierno. Los meses de mayo a junio son los mejores para dedicarse a pintar una fachada, y en Pinturas Juliá te vamos a ofrecer una guía de todo lo que necesitas saber para que tu proyecto sea todo un éxito.

La mejor temperatura exterior para pintar una fachada es por encima de los 5 grados y por debajo de los 40, ya que tanto el frío como el calor excesivo afectan a la pintura de manera negativa.

Si el grado de humedad en el ambiente es muy elevado, o llueve durante el secado, el trabajo puede estropearse, de la misma manera que si hace demasiado viento, ya que la pintura se cuartea y no queda bien.

¿Qué pintura debo elegir para pintar una fachada?

Pues depende de dónde esté esa fachada. En el norte de España, por ejemplo, donde las zonas son más húmedas y llueve más a menudo, es importante optar por pinturas impermeables de calidad, que eviten las filtraciones de agua, de musgos y de verdín, si es que se encuentra en una zona poco iluminada y sombría. Este tipo de pinturas ofrecen mucha más resistencia a las superficies.

Para zonas del sur de España, Baleares y Canarias, donde la temperatura es más elevada y el ambiente es más seco, recomendamos usar pinturas que duren mucho tiempo y que sean resistentes a los rayos UVA. Una opción interesante son los productos acrílicos.

Herramientas que necesitarás para pintar una fachada

Una fachada necesita unas herramientas específicas para poder pintarse en condiciones. En Pinturas Juliá tenemos todo lo que necesitas, y si tienes alguna duda, te aconsejaremos para que vayas sobre seguro.

Estas son algunas de las herramientas que puedes necesitar:

• Rodillo acolchado para profesionales con una esponja interior para adaptarse a las rugosidades. Tiene un diámetro de 60 milímetros para poder cargar más pintura y mejorar el rendimiento. Al tener los extremos redondeados, evita que queden marcas en las paredes.
• Rodillo multiuso para paredes y techos que presenten pocas o ninguna rugosidad. Los hay de diferentes diámetros y habitualmente se fabrican con lana. Es uno de los productos con mejor calidad precio de nuestro catálogo.
• Rodillo de poliamida, muy equilibrado, con los bordes redondeados y con mucha carga de pintura.
• Rodillo de tejido poliacrílico, de 19 milímetros de diámetro y muy buena capacidad de carga de pintura.
• Alargadores telescópicos para acceder a las esquinas de manera cómoda. Los hay de uno y de dos metros, y se adaptan a todo tipo de rodillo.

También te harán falta bandejas y recambios de rodillo, brochas, pinceles y cubetas para poder finalizar tu trabajo de manera efectiva y adecuada.

Pinturas recomendadas para pintar fachadas

La fachada de una casa ha de tener algunas características especiales que hay que tener en cuenta. Por ejemplo, la pigmentación tiene que ser de alta cubrición para que con dos capas de pintura el trabajo quede finalizado y con un acabado inmejorable.

Como hemos comentado anteriormente, hay que tener en cuenta la lluvia o la humedad, el sol y el frío, así que tiene que ser duradera y con una larga vida útil. Estas son nuestras principales recomendaciones:

• Pinturas acrílicas con base de agua. Son muy económicas y de aplicación sencilla, además de ser transpirables e impermeables.
• Hidropliolite, o pintura de base acrílica, se puede aplicar en cualquier superficie y tiene un alto poder de cubrición.
• Pinturas siliconadas o de silicato, que son muy resistentes a condiciones extremas y además tienen un componente antihumedad.
• Pintura elastómera, es ideal para tapar imperfecciones en paredes exteriores y se utiliza mucho para cubrir superficies o muros de piedra.

Guía para pintar una fachada paso a paso

Aunque los pasos para pintar una fachada son similares a cualquier proceso que ya hayamos explicado en este blog, por ejemplo, en la entrada en la que tratamos el tema de cómo pintar los azulejos de la cocina, nos parece oportuno repasar los puntos en común y detenernos para tratar en profundidad los procesos específicos.

1. Hay que preparar los materiales y determinar la cantidad de litros de pintura que se va a utilizar. Basta multiplicar la anchura por el alto de las paredes para hacerse a la idea de la cantidad de espacio que hay que cubrir. Normalmente se utiliza un litro por 10 metros cuadrados. Te aconsejamos también medir las puertas y las ventanas, para estar seguro de que vas a tener suficiente. Además, hay que tener en cuenta el grado de absorción de la pared, que será mayor durante la primera mano que en las siguientes.
2. Limpia la fachada con un cepillo metálico para rascar y eliminar cualquier tipo de suciedad. Si la fachada es muy grande, lo mejor es optar por un limpiador de alta presión, que sirve para despegar la mugre y el polvo incrustado.
3. Repara los desperfectos como las fisuras, grietas o desconchones. Para ello hará falta masilla reparadora para exterior, que se tendrá que lijar una vez seca para conseguir un acabado liso y perfecto. Y para que la pintura se adhiera bien sobre estas reparaciones, hay que aplicar una capa de fijación o imprimación. En estos casos tendrás que esperar unas 24 horas para poder aplicar la primera capa de pintura.
4. Cinta de carrocero para proteger ventanas y puertas. Y mantas para que el suelo no se ensucie. Y por supuesto, recuerda que debes tener en cuenta los materiales de protección laboral que tenemos a tu disposición: guantes, casco y mono de trabajo, como mínimo.
5. Aplica la primera capa de pintura sin olvidar mezclarla primero para que quede homogénea. Te aconsejamos empezar por las esquinas, dando color a cada ángulo con la ayuda de una brocha fina o un pincel. Después sólo tendrás que pintar de arriba hacia abajo y de forma vertical.
6. Aplica la segunda capa de pintura una vez se haya secado la primera. Respeta los tiempos de secado y sigue las instrucciones del fabricante.
7. Y cuando esté todo listo… limpia los utensilios y los restos de pintura que haya podido caer.

Problemas que pueden aparecer antes de pintar la fachada

Aunque normalmente los desperfectos y problemas que pueden aparecer antes de pintar exteriores se ven a simple vista, hay algunos otros que habrá que tener en cuenta para que no estropeen el trabajo.

• Suciedad y presencia de microorganismos: el moho, los hongos o los líquenes, así como las algas, aparecen sobre la fachada cuando hay problemas de humedad. Antes de empezar a pintar hay que eliminarlos y resolver las causas que han dado lugar a su aparición.
• Desgaste por envejecimiento de la pintura, ya sea por fragmentación producida por la dilatación, o por la erosión que hace que vaya perdiendo espesor. También hay un desgaste muy común denominado “caleo”, que se caracteriza porque al rozar la pared, los dedos quedan manchados, como si se hubiera tocado una tiza.
• Humedades por filtración, que se producen cuando hay grietas o cuando se han utilizado materiales de mala calidad en cubiertas, azoteos y fachadas. El agua de lluvia se filtra por esos espacios provocando humedades que afectan tanto al interior como al exterior de la vivienda.
• La humedad por capilaridad tiene lugar cuando la humedad se absorbe del suelo por el material de la fachada y provoca daños visibles, tanto por dentro de la casa como por fuera. Este tipo de humedades es el que favorece la presencia de microorganismos y de malos olores dentro de la vivienda.

Colores para pintar la fachada de una casa

Si aún no lo tienes claro, aquí te proponemos algunas opciones para pintar la fachada de casa, de color. Eso sí, te recomendamos que hagas una prueba en un trozo de la pared, y que averigües qué proporción tienes que utilizar.

• El blanco es un clásico de todos los tiempos. Aporta luminosidad, amplitud y elegancia.
• Los colores tierra dan calidez y cierta sensación de conexión con la naturaleza.
• Los grises son versátiles y modernos, y dan lugar a una apariencia elegante y sofisticada.
• El beige es una opción cálida que trasmite tranquilidad y que integra al edificio dentro de su entorno.
• Los colores pastel, como el azul claro o el verde suave, pueden evocar una sensación de frescura y calma.
• El amarillo transmite vitalidad y energía, y es un color muy adecuado para acompañar espacios ajardinados.
• El naranja crea energía y da una apariencia cálida y expresiva.
• El azul da un toque de frescura y se suele utilizar en casa modernas y elegantes.

Permanece atento a este blog porque muy pronto te hablaremos de las modas que hay actualmente respecto a colores y técnicas para fachadas.