Es muy común que cuando pensamos en pintar una pared nos quedemos en un solo color. Como mucho en combinar un par de colores con algún tipo de patrón diferente para salirnos de la norma. Pero la pintura y sobre todo las paredes de nuestro hogar nos dan un abanico de posibilidades muchísimo más grande de lo que podemos imaginar.
Hoy te traemos el paso a paso de cómo crear una pared focal dentro de una estancia de tu casa. Es la forma más creativa de darle un aire totalmente diferente a tu hogar con muy poco presupuesto. Esperamos que te guste
¿Qué es una pared focal?
Lo primero de todo es definir qué es una pared focal. Cuando nos referimos a una pared focal o a la decoración de esta nos estamos refiriendo a una pared diseñada específicamente para que atraiga la atención de todos los visitantes. Esto se puede conseguir con un color muy diferente al resto de la estancia, utilizando diferentes patrones o formas geométricas o incluso añadiendo muebles y adornos que destaquen de sobremanera.
En el caso de hoy vamos a hablar de cómo pintar una pared focal de otro color al de la habitación. Pero si os gusta en próximos artículos podemos hablar de diferentes ideas para hacer que una pared destaque.
1 Elige los colores.
El primer paso que tendremos que enfrentar es la elección de los colores. Tenemos que pensar muy bien los colores que habrá en el resto de las paredes y sobre todo el color central, qué es el que utilizaremos para hacer que la pared se vea focal.
A la hora de elegir colores lo mejor es que las paredes que nos van a llamar la atención utilicen colores poco intensos. El blanco es una de las elecciones más populares por la facilidad de hacer destacar el resto de colores y mantener el resto de la estancia amplia, luminosa y Grande. Pero no acaban ahí las opciones, el color gris o los colores pastel son excelentes opciones también para hacer que el resto del color destaque por encima.
Cuando nos referimos al color de la pared focal lo mejor es un color muy impactante. Algunos de los que más nos gustan son el azul eléctrico, el rojo, el amarillo, naranja, el verde, el magenta… Cualquiera de estos funcionará bien todo dependerá de la decoración y el estilo que tenga el resto de tu estancia.
2 Retira todas las decoraciones de las paredes y las tapas de los tomacorrientes.
Ya llega el momento de empezar a pintar todas las paredes. Vamos a empezar creando el máximo espacio posible removiendo todos los muebles que haya por medio. Esto los protegerá de la pintura y nos hará la vida más fácil a la hora de colocar los materiales.
También hay que despejar todas las paredes, date de quitar todos los pósters y fotos, cuadros y espejos.
Para terminar de dejar la estancia totalmente limpia tendrás que quitar todos los clavos y demás salientes que hay en la pared para dejarla bien despejada. Usa masilla para tapar los agujeros que ya no vayas a utilizar.
3 Cubre el contorno de la pared y las puertas con cinta adhesiva.
Toca proteger lo que ha quedado en la estancia. Utiliza un poquito de cinta de pintor para proteger los marcos de las puertas y los enchufes que no hayas podido quitar. Por supuesto también tendrás que proteger los rodapiés y demás elementos fijos a la pared que sea imposible eliminar.
4 Cubre el suelo con sábanas, papel o mantas.
Ahora que ya hemos protegido las paredes y los elementos que no se pueden quitar toca evitar al máximo el trabajo de después de pintar. Recoge de toda tu casa ropa vieja, periódicos o sábanas que no te importe ensuciar y colócalas en el suelo. Haznos caso cuando te decimos que esto te ahorrará mucho tiempo de rascar pintura seca del suelo.
5 Abre la lata de pintura con un destornillador y revuelve la pintura hasta que se mezcle.
Antes de empezar a pintar hay que remover bien la pintura para que se mezcla de manera uniforme y se pueda utilizar de forma correcta. Para estos dos pasos lo mejor es abrir la lata de pintura con un destornillador haciendo palanca y remover con un palo de madera totalmente limpio.
6 Vierte una buena cantidad de pintura en la bandeja y empieza a pintar
Vierte pintura sobre tu bandeja y llega el momento divertido, empezar a pintar.
Elige tú rodillo giratorio preferido para cubrir grandes superficies y no tengas miedo de pasar dos veces por el mismo sitio.
Cuando estés pintando a tu primera capa tómatelo con tranquilidad, tu música favorita y no tengas prisa ya que eso mejorará el resultado final.
7 Espera tres horas de tiempo de secado antes de empezar la su segunda capa.
Tómate un descanso preparando la cena, yendo al cine o haciendo otros recados y tareas. Asegúrate de mantener las ventanas abiertas y coloca un ventilador de techo a baja potencia para ayudar a acelerar el proceso de secado.
Asegúrate de que no sea un día con mucho viento o que tu ventilador no esté en una potencia alta; esto es importante para evitar que las sábanas del suelo o cualquier elemento suelto salga volando y se pegue a la pared.
8 Después de que la primera capa esté seca, aplica la segunda.
Realiza todos los pasos anteriores y enciende una luz para ver que cada parte de la pared tenga una cantidad uniforme de pintura.
Una vez que la segunda capa esté completamente seca, retira toda la cinta. Tira hacia abajo, en lugar de hacia arriba y se paciente en este proceso. Busca cualquier punto que necesites retocar con el cepillo pequeño y limpia cualquier punto que tengas en las paredes.
9. Pinta la pared focal
Ahora que ya has pintado por lo menos tres de las paredes de tu estancia, toca empezar con la pared focal. Vas a tener que repetir todos los pasos anteriores pero con máximo cuidado a la hora de pintar las juntas entre las paredes con un color suave y la pared focal.
Elige un pincel pequeño para que puedas hacer las líneas de forma recta sin comprometer el resto de la pared. Si puedes hacer esto en varios días de diferencia puedes colocar un poco de cinta de pintor en la pared seca que acabas de pintar. No lo ajustes demasiado me elijas una cinta de pintor demasiado fuerte o podrías arrancar la propia pintura. Esto lo estás haciendo más que nada como un seguro de último momento. También te recomendamos que cuando pasas el rodillo cerca de la pared ya pintada lo hagas despacio, ya que si lo haces rápido pueden saltar gotas y acabar marcando tu pared recién pintada..
10 Ahora es el momento de redecorar.
Vuelve a atornillar las tapas de los enchufes y los interruptores y vuelve a colocar los clavos en los orificios en los que estaban originalmente. Si más tarde encuentras algún punto que se te haya pasado por alto, está bien hacer retoques menores sin volver a aplicar los cubrimientos del suelo.