Pintura Chalk Paint, qué es y cómo se usa

La pintura a la tiza o Chalk Paint es un producto de alta calidad, que se puede utilizar prácticamente para cualquier superficie y que permite “reciclar” o dar un aire nuevo a cualquier mueble u objeto muy rápidamente y con poco esfuerzo.

Es la tendencia de moda porque es muy fácil de aplicar, tanto que no hace falta tener nociones previas de restauración para poder usarla. En los muebles, aporta un acabado envejecido sin necesidad de dar ningún tratamiento más -aunque si quieres dar un paso más puedes aprender a hacerlo en esta entrada- y es una técnica económica, rápida y sencilla para renovar cualquier estructura de madera. Y no necesita barnizado. ¿Tienes ganas de probarla en alguna manualidad? Sigue leyendo.

Sin duda es una de las innovaciones más destacadas de los últimos tiempos. Con la pintura Chalk Paint se pueden pintar, además de muebles, cuadros o marcos de madera, infinidad de posibilidades.

Qué es la pintura Chalk Paint

Vamos a definir qué es exactamente la pintura Chalk Paint: se trata de pintura a la tiza, un tipo de producto natural que no contiene -o no debería- acrílicos, y que tiene un alto componente en carbonato cálcico.

Básicamente se trata de una pintura natural que proviene de la tiza. En Pinturas Juliá te aconsejamos que elijas muy bien las marcas que existen, porque algunas son aptas para unos usos y otras no. Aunque todos los productos relacionados se recogen bajo la misma nomenclatura, dentro del sector hay varias casas fabricantes. Habla con nosotros y, dependiendo del proyecto, te recomendaremos unas u otras.

La base de esta pintura es el agua, y cuanta más tiza contenga, mejor resultados dará. Gracias a sus características no necesita imprimación y no tiene componentes tóxicos.

La pintura Chalk Paint no es in invento de ahora. En el siglo XVI se utilizaban pinturas con base de tiza, según consta en diferentes documentos, y eran los artesanos los que más la usaban. Al tener una textura calcárea y un acabado mate, la hacían ideal para crear un aspecto único en los muebles de madera. También se aplicaba a la pared porque resultaba económica y fácil de extender.

A finales del siglo XX la interiorista Annie Sloan recuperó la antigua fórmula para desarrollar su propia marca de pintura, tras toda una vida de investigación y experimentando con diferentes texturas y pigmentos de color.

Así apareció la primer Chalk Paint como tal: de la necesidad de crear una pintura con la que conseguir infinitos efectos decorativos sobre cualquier tipo de superficie sin necesidad de lijarla o prepararla previamente.

Qué se puede pintar con pintura a la tiza

Pues prácticamente cualquier superficie. La pintura Chalk Paint es muy adecuada para utilizarla en diferentes proyectos, porque tiene acabado mate, absorbe la cera muy fácilmente y se puede utilizar como un lavado, si se diluye con suficiente agua, que deje ver lo que hay debajo.

Como ya hemos comentado, no necesita de un tratamiento previo, luego no hay que decapar ni imprimar, no huele ni es tóxica y sus acabados son novedosos y muy originales.

La pintura a la tiza es perfecta para numerosos proyectos decorativos en paredes, puertas, azulejos, ventanas, mamparas, melaminas, muebles de exterior y fachadas entre muchos otros.

Donde no te recomendamos aplicarla, porque no tiene suficiente adherencia, es en algunos tipos de suelo, plásticos o telas porque son materiales que no pueden garantizar un buen resultado ni la duración de la pintura. Si queréis hacer experimentos, haced una prueba antes sobre la superficie que tenéis pensado decorar.

Cómo pintar con pintura Chalk Paint

En primer lugar, hay que elegir una buena marca, de tal manera que la pintura se pueda aplicar tanto con rodillo como con broche o con paletina. Si, por ejemplo, el proyecto es pintar un mueble antiguo o rústico, lo más aconsejable es usar paletina o brocha para que la pincelada sea visible.

En cuanto el trabajo finalice, tendrás que aplicar cera, de color o transparente, para impermeabilizar tu obra. Si usas paletina o brocha la cera llegará hasta el fondo de la pincelada y el acabado quedará muy curioso y decorativo.

Pero si tu proyecto es decorar un mueble moderno, es mejor usar el rodillo flocado o de pelo muy corto. El objetivo es que no aparezca la textura de piel de naranja así que primero habrá que hacer una prueba en una sección del mueble que no se vea tanto.

Si al final, igualmente, aparece la textura indeseada, se puede pasar una lija muy fina en cuanto se seque la pintura para que quede un acabado tan liso como un lacado.

Así es como se aplica la pintura a la tiza:

• Remueve bien el contenido del bote para conseguir la dilución adecuada e igualar la pasta. No necesitarás utilizar agua y bastará que uses un listón de madera o similar para integrarla bien.
• Aplica la primera capa. Como hemos visto, tienes que elegir el instrumento más adecuado para hacerlo. Empieza de manera suave, cubriendo la superficie con pasadas largas y, en caso de pintar madera, siguiendo la veta natural. Intenta descargar la brocha para que no queden pegotes y estira todo lo posible el movimiento.
• Pinta una segunda capa después de que la primera haya secado según los tiempos marcados por el fabricante. Lo normal es que el tiempo oscile sobre las cuatro horas, aunque al tacto probablemente la sentirás seca en poco más de una hora.
• Si quieres obtener un efecto envejecido, atrévete a ser creativo y a mezclar colores distintos. Tienes que hacerlo cuando la primera capa haya secado. Así, dependiendo del acabado que le quieres dar, la segunda capa será de color diferente. Lo único que varía, en este caso, es que cuando la segunda capa esté seca tendrás que lijarla suavemente con una lija fina al agua, o un estropajo de aluminio. De esta manera se verán los dos colores, pero totalmente desiguales.

Algunos errores que puedes cometer -sin querer- usando pintura a la tiza

Aunque utilizar pintura a la tiza es muy fácil, es posible que cometas algún error. Estos son los más comunes.

1. No te pases con la cantidad de pintura, especialmente si buscas resultados más finos. En las esquinas, por ejemplo, hay que usar una brocha de espuma que no cargue demasiado.
2. Da todas las capas que sea necesario. Es mejor aplicar dos capas con poca pintura que una demasiado cargada porque el resultado puede ser muy empastado.
3. Para que la superficie sea duradera, es importante aplicar cera o barniz. Si no lo haces, la pintura acabará desapareciendo y cualquier mancha se verá más, aunque sea sólo de polvo.
4. Refuerza tu obra aplicando cera al menos una vez al año. Piensa que el mueble, o lo que hayas pintado, se va desgastando, especialmente si se le da mucho uso. Para que la pintura se mantenga intacta y reluciente, dedícate a renovar la capa de cera cada cierto tiempo.
5. Si esperas obtener un acabado envejecido, no lijes de más la superficie. Es muy sencillo, sólo tienes que lijar un poco por allá, otro poco por aquí, y el aspecto envejecido queda perfecto. Pero no te pases o el mueble parecerá inacabado, en lugar de envejecido. Para estar seguro de acertar sólo hay que observar y decidir qué partes podrían estar más desgastadas por el uso o por el paso del tiempo, y trabajar sobre ellas.
6. Que la paciencia te acompañe. La superficie de tu proyecto no estará finalizada una vez le apliques la capa de cera. Lo ideal es dejar pasar varios días antes de tocar el mueble, para que la cera se mantenga y los resultados duren. Además, la cera no se endurece completamente hasta que no pasan varias semanas, así que durante este tiempo es mejor ser prudente.

Cómo se limpia la pintura a la tiza

Si hay algún error o equivocación, no tiene que cundir el pánico. La pintura a la tiza tiene menos resina que otros tipos de puntura, así que es mucho más fácil de limpiar.

Seguramente y en la mayoría de los casos, podrás retirarla usando una esponja con agua. Si la mancha no desaparece, pon en marcha el plan B y aplica un poco de diluyente de pintura, y si aun así quedan restos, puedes recurrir a una lija fina para eliminarlos.

¿Te atreves a probar con este tipo de pintura?