Una superficie común en el mundo son los galvanizados o zincados. Es un material de hierro que está recubierto por una capa de zinc la cual ha sido añadida gracias a diferentes procesos químicos. Esta capa de zinc le da mayor resistencia y protección al material por lo que evita que el agua traspase.
El galvanizado es espectacular porque evita que el hierro de la base se oxide. La capa de zinc brinda una genial protección y hace que se pueda usar esta superficie para muchas cosas. La desventaja es que son un tipo de superficie con poca adhesión a las capas de pintura. La primera capa es casi imposible de fijarse ya que es un área lisa y hay muchas impurezas presentes.
Pero esto no significa que no puedas pintarlo. Hoy te enseñaremos como hacerlo sin enredarte mientras lo intentas.
El secreto es la Imprimación
Hay un montón de objetos fabricados con acero galvanizado: puertas, trasteros, vallas, buzones e incluso techos. Son elementos típicos de las viviendas y su acabado es liso, brillante y no debe tener defectos de corrosión. Y aunque su aspecto es muy angelical y perfecto, es imposible que dure mucho tiempo y por eso siempre hay que considerar repararlo o pintarlo. El exterior es un espacio agresivo para el acero galvanizado y suele deteriorarlo con facilidad.
Conforme el acero pierde su protección galvánica se convierte en acero desnudo común y corriente. Al perder su protección galvánica ya es más fácil que se deteriore y entonces hay que actuar utilizando una pintura específica de alta calidad. La única forma de que la pintura se pueda adherir correctamente al acero descubierto es que se aplique una imprimación previa especial para acero.
La imprimación funciona sobre superficies de difícil adherencia para lograr que el área pueda recibir más fácilmente la pintura y cualquier otro trabajo sobre ella. Debe aplicarse utilizando un rodillo o una brocha.
Las pistolas de pintura no son muy recomendables ya que impiden llegar a varios rincones esenciales del acero. Es mucho más conveniente aplicar capas gruesas de imprimación para conseguir una mayor cobertura.
Motivos por los que Pintar Acero Galvanizado
Cada quien puede tener una razón diferente por la que ha decidido pintar el acero galvanizado pero entre las más comunes se encuentra el intentar proteger este material. Más allá de la decoración, pintar el acero galvanizado le da una capa extra de protección y ayuda a que dure mucho más en el tiempo.
Entre todos los trabajos que se pueden hacer ene l acero galvanizado, la pintura es el mejor ya que tiene mayor duración en el tiempo y le da más resistencia al objeto. Un galvanizado pintado es un material bastante fuerte que de seguro te acompañará durante bastante tiempo.
Pasos para Pintar el Galvanizado
- Verifica la Superficie
Para pintar necesitas tener una superficie que esté apta para recibir la pintura. El primer paso es revisar todo este espacio y poder cerciorarte de que esté limpio y listo para recibir la capa de pintura. Revisa toda la superficie y ve que esté limpia. En caso de que no, pasa algún trapo húmedo o incluso un cepillo seco para retirar el polvo y la grasa que esté encima.
Luego, chequea si la superficie tiene suficiente adherencia. Para hacerlo revisa que el zinc ya haya perdido la capa de pasivación y sino debes aplicar ácido fosfórico o incluso vinagre de alcohol con una brocha hasta que veas que el material se oscurece.
- Eliminando el Óxido
Este paso es importante cumplirlo en objetos que estén viejos y que la acción del tiempo les haya cobrado factura. Aquí, el recubrimiento de zinc ha comenzado a deteriorar y tiene óxido encima. Al verlo, elimina los desperfectos utilizando un papel de lija de grano fino. Pásalo por toda la superficie y asegúrate de que todas las partes oxidadas hayan quedado lijadas. Al finalizar, recuerda eliminar el polvillo que suele quedar. Si es necesario, vuelve a limpiar todo el espacio.
- Reparaciones
Los objetos de acero galvanizados pueden llegar a tener algún agujero o un golpe ocasionado por una piedra. En ese caso, debes repararlos para poder continuar con la jornada de pintura. Puedes utilizar masilla o consultar con algún experto que pueda darte una ayuda para que logres reparar tu superficie de acero galvanizado. Cuando ya se terminen todas las reparaciones, recuerda limpiar nuevamente la superficie ya que ahora si comenzaremos con la jornada de pintura e imprimación.
- Imprimación
Ya que la superficie de galvanizado está lisa y seca, es momento de que le apliques una imprimación de látex exterior específica para este tipo de materiales. Aplícala con una brocha o con un pincel ya que así podrás crear una mayor superficie de adherencia para las capas de pintura que se van a aplicar.
Evita utilizar las pistolas de pintura ya que solo te ahorran tiempo pero no logran hacer que la imprimación se fije en todos los rincones necesarios. La brocha es la herramienta más adecuada para ti.
- Pintando el Galvanizado
Ahora solo queda pintar la superficie que con tanta dedicación haz preparado. Para hacerlo puedes utilizar un esmalte antioxidante liso y directo que va a prevenir que el óxido se instale nuevamente en el metal. Es una pintura adecuada para esta tarea y además brinda una protección y resistencia duradera sobre el acero.
La pintura puede aplicarse con un rodillo o con una brocha. Esto ya dependerá de tus gustos y también de cuánto tiempo dispongas para hacer la tarea. Por otro lado, es necesario que apliques solo una capa ligera de pintura que seque rápido. Lo mismo sucede con la segunda capa. Las capas deben ser delgadas para evitar que con el tiempo el grosor empiece a desprender hojuelas de pintura.
Debes dejar que la pintura seque bien para poder volver a colocar el galvanizado donde va. Evita tocarlo o colocarle cosas encima ante de que la pintura se seque ya que podrías hacer que las capas se debiliten y perderías la jornada de trabajo.