La madera es un material muy útil de decorar un espacio, pues es un aislante térmico y acústico natural que a su vez aporta calidez, tanto al tocarlo como al observarlo, precisamente por su estilo atemporal muchos diseñadores de interiores optan por agregar complementos en este material.
Sin embargo, es normal querer aplicar cambios a una habitación de vez en cuando, y en lugar de reemplazar y de hacer remodelaciones tras cada cambio, es posible realizarla reutilizando lo que ya se tiene, por ello en este apartado te enseñaremos paso a paso cómo pintar una superficie de madera barnizada de una manera profesional y con una guía explícita que te va a ser muy útil.
¿Qué pintura utilizar para la madera?
Las pinturas que dejan el mejor acabado sobre la madera son aquellas que cuentan con productos sintéticos o acrílicos, ya que estos son más resistentes sobre estas superficies, por lo que poseen una mayor durabilidad en cuanto a pigmento y efecto.
El esmalte acrílico es una buena opción, también se le conoce como esmalte al agua, por lo que es una pintura que no libera olores fuertes y seca de manera muy rápida, lleva muy pocos compuestos orgánicos que sean volátiles, en otros casos estas cantidades son nulas.
El esmalte sintético a comparación del resto suele tener un acabado más liso, pues gracias a que cuenta con elasticidad gracias a sus resinas y poliuretanos, la pintura se mantiene intacta ante golpes y dilataciones, situaciones por las que puede exponerse la madera.
Lijar y retirar el barniz
Para que la pintura pueda adherirse de manera correcta al material, es necesario retirar al menos ligeramente la capa de barniz, en caso contrario, el barniz provocaría que la pintura se vaya desprendiendo en trozos, precisamente porque su función es evitar a toda costa lo que pueda alterar la apariencia de la madera.
Una ventaja de lijar la madera antes de pintarla es que se eliminan los restos y las impurezas derivadas de ceras o productos de lustrar que pueden provocar un efecto inesperado en conjunto con la pintura.
Si la superficie es muy amplia, en lugar de inclinarse a utilizar una lija de mano común, opta por una lijadora orbital eléctrica, cubriría una mayor extensión y haría el trabajo de manera más uniforme y en menos tiempo, no olvides cubrir tu rostro con gafas de seguridad y mascarilla antes.
Limpiar y preparar la superficie
Luego de lijarla, retira el exceso de impurezas con una brocha seca para dejar la zona lo más limpia posible, luego de ello con una esponja o toalla húmeda repasa las zonas asegurándose de que se retire en totalidad cualquier resto de polvo y demás.
Posterior a esto es importante dejarlo secar al cien por ciento para permitir que el producto pueda adherirse y penetrar correctamente la madera, evitando zonas que queden más claras que otras o un resultado que no luzca ni limpio ni uniforme.
Es opcional, pero es recomendable aplicar antes de la pintura un tapaporos de madera antes que la pintura en sí, pues esto ayuda a llegar a un recubrimiento óptimo de las fibras de la madera, lo que ayuda a que el efecto pueda ser más liso, evitando relieves y demás imperfecciones sobre el material.
Aplicar el esmalte o pintura seleccionada
Es importante leer las instrucciones del esmalte seleccionado en caso de que el fabricante haya dejado alguna indicación para ser utilizado de manera correcta, si el esmalte es acrílico, lo más seguro es que tenga que ser diluido en agua, pero en el caso de ser sintético, probablemente se necesite de un disolvente o un aguarrás en específico.
Puedes aplicar el esmalte con una brocha o rodillo, lo que se te haga más cómodo para aplicar más de una capa. Se recomienda no recargar de mucho producto, es mejor ir aplicando poco y sin mucha carga para evitar que puedan existir goteos o marcas en cuanto a las cerdas.
En las zonas que existan diseños o relieves, es mejor optar por estas zonas con brocha para tener un mejor alcance y cobertura en cuanto al color, repasar en caso de necesitar más capaz para igualar a las otras zonas, lo mejor es recargar con poco producto para evitar tener que lijar impurezas y perder el detalle del diseño.
Si en dado caso llega a secarse una gota que escurrió antes de haberla aplacado con el rodillo, puedes lijar suavemente y en caso de necesitar otra capa de esmalte, aplicarla e intentar que luzca lo más uniforme posible.