¿Qué necesitas para pintar tu casa?

Brochas

Una de las herramientas más esenciales para comenzar a pintar son las brochas, las cuales preferiblemente serían de cerdas naturales, esto evita que se desprendan durante la pintada y no se adhieran a la superficie, pueden ser más costosas que las de cerdas artificiales, pero el acabado vale más la pena.

Para las esquinas y ángulos que sean complicados de alcanzar, lo más ideal es contar con una brocha angular o redondeada que permita cubrir con mayor precisión y facilidad estas zonas.

Rodillo

Es un elemento ideal para cubrir superficies amplias, de una forma prolija y uniforme, también es perfecto para acelerar el progreso de pintura de una pared y ahorrar tiempo de obra. Muchos prefieren esta herramienta antes que la brocha por el hecho de que no deja marcas o líneas al pintar, por lo que la superficie queda libre de texturas y burbujas que puedan retirarle una apariencia lisa y pulida.

Sin embargo, si el objetivo es que la pared tenga una textura en específico, ten en cuenta que existen rodillos hechos para dejar esta apariencia, y son los rodillos con textura, los cuales están hechos para aplicar un relieve y hasta a veces un patrón sobre la superficie.

Bandeja de rodillo

En caso de utilizar un rodillo, este es un complemento esencial que no puede faltar, ayudará a aplicar una cantidad considerable al rodillo, de manera que no se exceda al punto de gotear al utilizarlo. También sirve para dejarlo sobre ella si se deja de utilizar por el momento.

Espátula

La espátula se utiliza para remover la pintura antigua de una superficie antes de proceder a pintarla o decorarla, esto ayuda a que la pintura que vaya a ser aplicada necesite de menos capas, como lo es en el caso de que se necesite remover una base más oscura que el color a aplicar.

Cinta adhesiva de enmascarar

Es un artículo útil que ayudará a marcar el contorno de zonas que no necesiten pintura, logrando un contorno limpio, sobre todo, ayudando directamente a pintar con más rapidez por estas zonas. Es importante saber que lo más ideal para pintar una pared son las cintas que sean hechas de papel, porque las de plástico son agresivas y arrancan la pintura base.

Lijas

Ayuda a eliminar aquellos bultos e imperfecciones que pueda tener una superficie, ayudando a que el resultado final de pintura pueda verse mucho más homogéneo y liso, también es una buena opción si se desea eliminar restos de papel de pintura.

Cabe destacar que mientras más alto sea el número de a lija, más efecto tendrá sobre la superficie, lo que podría ser un aliado para ahorrar tiempo en el lijado, pero también podría terminar de desgastar la pared más de lo que se necesita, así que el número de lija a utilizar dependerá del grosor de la capa a eliminar y de si la pared contaba con un importante relieve.

Los movimientos más recomendables para lijar una pared de manera prolija son los circulares.

Mascarilla

Muchas veces los productos utilizados al pintar pueden resultar muy agresivos para el olfato a la larga, pudiendo causar alergias o dolores de cabeza, por lo que equiparse y trabajar con una de estas no está de más.

En el caso de las mascarillas para partículas, estas son ideales cuando se utilice una pistola o pintura en aerosol, ya que este tipo evitar que el olfato y el gusto puedan entrar en contacto con estas partículas líquidas.

Hablando ya de las mascarillas de combinación, estas tienen filtro para aislar partículas de distintos tipos, incluidas aquellas que se encuentran en gases o vapores, esta clase de mascarillas son ideales para aislar de mejor manera los olores, en caso de trabajar con disolventes u otros químicos.

Raspador de pintura

Es una opción que deja un resultado mucho más profundo que una lija en caso de necesitarse, es ideal para quitar una capa gruesa de pintura antigua si se ha dado la situación de contar con una cantidad considerable de capas.

Cabe mencionar que su uso puede ser muy beneficioso para el acabado final, pero si antes no se suaviza la dureza de la pintura antigua con una preparación decapante, se corre el riesgo de dañar la superficie de la pared.

Por esa misma razón, es recomendable ir despacio y con suavidad, pues así se asegura de retirar los restos de pintura sin remover el efecto liso y homogéneo que posee la superficie a trabajar.