Pintar una pared con un rodillo requiere una técnica relativamente sencilla, aunque es muy común que aparezcan manchas e imperfecciones, o zonas más claras. Para evitarlo, es imprescindible conocer unos trucos para pintar con rodillo sin dejar marca.
Compra material de calidad
De nada sirve que la técnica sea buena si el material con el que vas a pintar es malo, los materiales más baratos terminan siendo de peor calidad y esto se nota en el resultado. Generalmente, los rodillos de pintura baratos no cargan bien la pintura, lo que implica que tendrás que mojarlos continuamente y perderás un tiempo considerable.
Los rodillos de pintura más recomendados son los de lana y poliéster. Los rodillos de lana tienen una vida útil un poco más larga que los de poliéster aunque requieren un cuidado especial: nunca debes empezar a pintar sin comprobar que no suelte pelo. Para comprobar que un rodillo de lana no suelta pelo tan solo tienes que enrollarlo en cinta adhesiva y los pelos se quedarán pegados a la superficie, puedes repetir esta operación hasta que deje de soltarlos.
Limpia bien el material después de cada uso
Es común que al terminar un trabajo no se limpien bien los utensilios, ya sea por pereza o por dejadez. Esto puede influir considerablemente en la vida útil de un rodillo, puesto que terminan acumulándose la pintura en él y al volver a utilizarlo dejará unas marcas en la pared.
Prueba un rodillo con recubrimiento de teflón
Los rodillos con recubrimiento de teflón evitan que se generen rayas durante su uso, este recubrimiento permite que los hilos de la fibra de poliéster están intactos con el uso y no se apelmacen. La capacidad de carga del rodillo también se mejora, lo que reduce el tiempo.
Empieza a pintar por la esquina inferior
Tendrás que seguir este patrón hasta que se empiece a agotar la pintura del rodillo, aunque no es recomendable que dejes que se termine por completo, en ese caso es posible que se noten marcas más oscuras con más pintura y otras más claras con menos.
Intenta apurar las esquinas al máximo
Antes de pintar con un rodillo tienes que repasar la zona de las esquinas, puertas, ventanas y rodapiés con una brocha para evitar salirte de la línea. Debes tener en cuenta que la textura de la brocha es más gruesa que la del rodillo, si no apuras al máximo las esquinas, es muy probable que se noten marcas de pintura distintas en estas zonas.
Pasa el rodillo cuando la pintura esté fresca
Esta es sin duda la técnica que va a marcar la diferencia en una pared pintada con rodillo. Una vez que hayas pintado la pared por completo, no debes esperar a que se seque, la técnica consiste en pasar de nuevo el rodillo sin pintura sobre la pared que aún está fresca. En este proceso tendrás que seguir el mismo patrón que a la hora de pintar.
Es muy importante que presiones igual que si tuviese pintura, si no lo haces solo estarías arrastrando la pintura y aún se van a notar más las marcas.
Controla los tiempos de secado
A la hora de pintar es esencial controlar el tiempo de secado de la pintura que estés utilizando, es muy importante que calcules el tiempo que tardas en pintar una pared entera si quieres planificar descansos. Nunca se debe combinar pintura que ya se ha secado con franjas de pintura aún fresca, en estos casos será inevitable que aparezcan marcas.
Otro consejo imprescindible es no pintar nunca la mitad de una pared y parar, si has decidido pintar una pared tienes que acabar y esperar a que se seque la pintura por completo o sucederá como se ha explicado anteriormente.
Vigila el estado de la pintura
Es totalmente normal que se tarden unas cuantas horas en pintar una estancia si el pintor aún no tiene demasiada experiencia. Esto tiene un inconveniente, cuanto más se tarda en este proceso, peor será el estado de la pintura. Al cabo de unas horas se pueden crear grumos que luego se marcarán en la pared, para evitar que aparezcan solo hay que colocar un trapo húmedo tapando el cubo de pintura.